18/12/11

Cual inspiracion..

Se apoyaba en la esquina de la cama y soñaba con los ojos etrecerrados.. Parecía que así pudiera tocar el cielo, coger un trocito de ese azul celeste y oler una por una las nubes que iba encontrando..
Tocaron al timbre y se despertó de repente como si en una nube estuviera y esta, se hubiera esfumado, precipitándose al vacío mediante la ley de la gravedad.
Abrió la puerta de antaño marrón y la sorprerdieron dos de sus mejores amigas.. Algo que le hacía feliz, incluso que la hacía olvidar ese sueño en el que se encontraba, según ella, en el paraiso espiritual..
Era mucho de impulsos, espíritus, inciensos y libros sobre cómo sobrevivir al fin del mundo, pero con calma, sin llegar a importarle demasiado, sin asfixiarle por dentro..
Maia quería ser feliz, pero desde lo ocurrido aquella noche de tormenta, su vida, no podría ser la misma..
Cambió su forma de querer, de escuchar, de sentir.. de hablar sobre qué cosas y de opinar sobre otras muchas.. no sabía ya lo que significaba la palabra vida.. Ella creia estar en un submundo donde nada le picara, le quemara, la enfriara o la hiciera temblar.. donde sería inmune para siempre..
Quizás, el tumulto, el ruido, fueron los causantes de que ella aquella noche, viera a Cata, colgada del balcón, los ojos cual lucero de luna creciente y la piel, la tez y el torso, además de desnudos, blancos como el marmol..
Desde esa noche, no tiene sentimientos, no tiene dolor, no siente la empatía que antes la hacía tan fiel a los demás.. No quiere sentirla, es más, huye de la felicidad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario