One day...

Y la luna me miró aquella noche.. Mis labios reaccionaron con un corto pero intenso suspiro que después el aire tomó como aliado para derrumbarme en aquel balcón con vistas al mar... Una segunda intención hizo que la luna, esta vez, me guiñara el ojo y como signo de complicidad se escondiera entre las nubes. Robustas nubes rojas símbolo de llovizna al día siguiente.. Esas nubes color pasión que me recordaban la inmensa suerte que tenía de poder estar con alguien que me daba la vida, que suspiraba por mi, que intentaba que yo fuera feliz por encima de todo, pero sobre todo, que hacía de mí alguien especial.

 

El amor 

No se planifica  

Ni se crea

El amor 

Simplemente se vive.