Suelo mirar por la ventana cada día y hablar de la vida con las estrellas.. Cada una de ellas apela sentimientos distintos, que casualmente, coinciden con los míos..
El otro día, con decisión, tras levantarme de la cama fui al espejo.. Yo quería que el me contara cosas
y lo que en realidad no sabía era que yo misma debía saber escuchar la silueta de mi rostro y de mi cuerpo...
Entonces ahí entendí las cosas buenas que tengo. Tengo ganas de vivir y de luchar y eso, se transmite a través del rostro. Soy feliz y tengo sueños por cumplir y sin duda, se puede entrever a través de mi sonrisa diaria.
Ahora ya no valen las habladurías aquellas del cole. Ahora estoy segura que toda esa gente que hace daño a los demás, pese a su corta edad, no tienen sueños por cumplir, ni ganas de vivir y luchar. Ellos
no entienden sus cosas buenas y no tienen el privilegio de sonreír cada día.
Por fin, lo que me digan me sirve de algo y esta vez no es para llorar. Ahora he empezado a sentirme fuerte y a crear dentro de mi un muro incandescente que solo puede traspasar quien yo quiera
sentir a mi lado...
Ya sé rodearme de quién me hace bien y sé interpretar las señales que me manda el destino. Ahora me hallo en un momento de paz interior. Ya no miro atrás, ni siquiera me detengo en el presente.. Llegó el momento de pensar en un futuro. Ese futuro en el que no me afecte nada, en el que la vida me trate bien porque yo quiera que me trate bien y no porque necesite que me trate bien.
Al fin me he dado cuenta que no se trata de ponerme el objetivo de quererme, sino que los días malos desaparezcan y solo sean día menos bonitos que los anteriores.. Que las lágrimas se derritan y evaporen y conviertan mis labios en la curva de la felicidad...
Hoy solo quiero sentir la brisa de la vida, de la esperanza. He quemado en mi mente todos los momentos ''menos buenos'' que he tenido y ahora, reina el saber estar en mi ser..
No es que se acaben los peores momentos sino que empiezan los mejores.
Prometo sonreír.
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