El otro día soñé y me sorprendió. Lo hizo, sí y solo por una sencilla razón; Hacía algunos meses que no soñaba o quizás no lo hacía tan intensamente o con tanta calidad como para darle importancia, pero este... este es diferente..
1:31. Hora capicúa. Salía al balcón a tomar un poco el aire. Desde el quinto piso se apreciaban las luces, el movimiento y la vida de la Gran vía madrileña. No pude evitar cerrar los ojos, respirar muy hondo y pensar ser la reina entre mil y una princesas. Siempre me había gustado la ciudad a pesar de vivir diecisiete años de mi corta vida en un pueblecito de Murcia... Lo único que no me impresionaba aquella noche era que como en cada mirada hacia la luna y desde aquel dos de Abril malagueño, sentía una enorme energía en mi interior. Nunca fui de creer en estas cosas espirituales ,pero el día en el que vi aquellos ojos cual lucero acompañados de esa sonrisa ensoñadora y esa voz que cautiva a mil y un ángeles , le di la explicación a todo, a cada pequeña cosa... Pues bien, después de recordar tal sueño cumplido, eché un ojo a la calle. Apenas se oían desde el quinto los susurros de los transeúntes, pero hubo algo que me chocó. Parecía que tenía el oído tan sensible y frágil como el algodón. Y es que noté cómo una carcajada intensa y limpia de alguien rozaba mi tímpano y se introducía en mi. Noté un sentimiento tan profundo cual escalofrío provocado por el frio otoñal. Era ella, sin duda alguna, era ella y la luz que siempre la ha rodeado ''Mi estrella más brillante''. Sentí que se trataba de ella porque en el aire que subía hacia mi balcón, se podía apreciar su dulce perfume de ternura y su esencia maravillosa de humildad . No sabía muy bien que hacer, que paso dar o cual retroceder. Pensé fríamente por un momento y mi mente se quedó anonadada ... Solamente había algo que me obstruía y eran las ganas de volver a abrazar a la que fue, la que en el presente es y la que en un futuro seguro será la persona por la que he creído en los sueños. Me armé de valor y seguridad y curiosamente miré hacia el interior de mi armario blanco , al fondo de mi apartamento, que contrastaba con el color negro de la pared y dónde se encontraban cada uno de esos mensajes de ánimo y agradecimiento que en su día me había mandado. Me miré al espejo seguidamente y solamente me pregunté ¿Y por qué no? ... Parecía que aquella noche el milagro que tenía entre los dedos se iba haciendo más amplio, más fugaz y más asequible. Sentí la sensación de que tenía que actuar de cualquiera de las maneras, y sí, me lo pensé , pero lo hice apenas dos veces mientras cogía mi bolso, las llaves y mi ilusión y me disponía a bajar por el ascensor. Cada piso me parecía una eternidad y creía pensar que solo ella me estaba esperando allí. Llegué al recibidor del edificio y me apoyé junto a la puerta de antaño marrón que hacía un ruido espeluznante cuando se abría y se cerraba. Miré y observé a mi alrededor, estaba sola , ni un alma marchaba ya en la fría noche del 12 de Diciembre y sentí una tremenda decepción... Me dispuse a regresar a casa cuando oí el ruido peculiar de unos tacones que me hacía acordar a alguien especial. Esta vez no era ella, La Milán.. Era la persona que hace que cada mañana cuando entra la luz del sol por mi retina, me acuerde de ella y de su firmeza y valentía, pero sobre todo de su capacidad de impregnar de virtudes a los demás, a sus amistades como ella solía decir.. La Ruiz. Lo curioso es que conforme se acercaba más y acortaba distancias, se oían cuatro pasos seguidos uno del otro.. Estaba claro que iba acompañada. A mí, sinceramente, no me importaba su compañía mientras pudiera emocionarme y pedirle una foto y ese gran abrazo que tanto tiempo llevaba esperando... De repente se me vinieron cosas a la cabeza , miles de ellas como rayos de ideas y de imaginación y cuanto más se acercaban más nerviosa me ponía... Tenía la mirada fijada en los buzones color caqui que había al lado de la balaustrada de la escalera, cuando vi bajar el primer pie, con las uñas pintadas con laca color rojo intenso... ¿A qué me sonaba esto? A ella, a mi estrella brillante... No daba crédito de tal situación y no lo hacía porque había soñado mil veces con ese momento; Dos grandes personas que cruzan mi vida, bajaban juntas, agarradas del brazo y riendo infinitamente como si del fin del mundo se tratase. Cuando por fin llegaba el momento de abrazarlas y decirles mil cosas... Abrí los ojos. Me encontraba totalmente reclinada en el puff que tenía colocado en el balcón y sentía que olía a quemado. Aquella noche la vida fue bastante cruel conmigo . Todo se abalanzó sobre mí e hizo que me olvidara de lo que en realidad era mi vida para centrarme en lo que en verdad la fundamentaba. Solo había sido un sueño y se quemaban las tostadas que me había preparado tras tirarme cinco horas estudiando mi examen de gramática italiana. Solo habían sido ilusiones traídas por esperanzas a modo de energía y en forma de imaginaciones que nunca se harían realidad. Miré mi blackberry y tenía un mensaje nuevo en la bandeja de entrada.. El tiempo se congeló, era él, mi novio.. Hacía dos semanas y media que se había ido a la India y aún no había vuelto. En él ponía ''De camino a casa con un ramo de orquídeas''. En ese momento y tomando de precedente la experiencia y la palabra de una gran actriz 'Ahí entendí por qué los hombres le tienen miedo a morir' porque en realidad me despertaba soñando y seguía soñando despierta y eso es de las cosas que nunca se apagan.
me encanta mimi ;) Es genial, como todo lo que escribes ♥
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