5/4/11

Inspiración repentina e improvisada.


Hoy me he dado cuenta de algo. ¿A que si? Parece que ultimamente descubro mil cosas diarias..
He pensado en el concepto de ''admiración'' , me he planteado la teoría de que no es un requisito admirar a gente famosa y me lo he planteado porque ultimamente admiro a gente que me rodea o simplemente a gente que creo que merece ser admirada. Por su esfuerzo, su trabajo, su estilazo, su personalidad y las miles de cosas que le rodean que la hacen especial. No voy a decir nombres, porque me da vergüenza, soy muy vergonzosa, soy extrovertida y nada tímida pero soy muy muy vergonzosa, pero aunque no diga nombres aquellas personas a las que admiro tienen que notar en mis ojos el brillo cuando me hablan, el querer saber de ellas sin esperar nada, el que me hablen, me digan cosas cariñosas y sentirme más que mejor.Por eso a mi la vida me está enseñando a valorar aquello que no ha llegado a ser reconocido pero que es tan bueno como aquello que todo el mundo conoce. No se si me estoy explicando o si me estoy enrollando pero se lo que me digo y no pienso dejar de pensar así. Ahora mismo y desde no hace mucho mi ideología es la de admirar a la gente de verdad, aquella que merece la pena, en la que te reflejas o simplemente te gustaría seguir sus pasos, pero sobre todo aquella que te hace sentir especial. Y claro esto dejarlo así es un poco soso.. Así que me voy a mojar. Las personas a las que admiro me invitan a evadirme de mis problemas, me enseñan las cosas buenas de la vida y comparten todo aquello que hago. Por ejemplo este fin de semana me he cruzado con gente muy especial y no debería soltar así todo mi cariño de golpe porque a veces la gente puede llegar a asustarse. Pero mi Cris es mi Cris, la admiro por la valentía que tiene, por la fuerza, por las ganas de hacer que todo el mundo se sienta bien, o Nai que es de esas personas a las que hay que conocerlas, hay que saber  tratar bien pero cuando hablas con ellas te sientes grande y especial. También Inma, esta chica que no tiene miedo a nada, es soñadora, se ilusiona y muy muy optimista, con ella se aprende muy bien el valor del respeto y la humildad. Mi Anita y mi Lau, mis dos estrellas brillantes, las que me hacen reír, llorar, me acompañan y me quieren al igual que yo a ellas. Y por último mi Martita, que no he conocido persona más coqueta, más estilosa, más amable , más bonita y más buena persona, y eso que no la conozco mucho pero lo poquito que la conozco siempre pero siempre me ha hecho sentir una gran persona. Nadie, nadie pero nadie nunca podrá saber la suerte que tengo y he tenido porque a gente tan increíble como ellas no se la conoce todos los días.

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